Moni, poco a poco a punta de verga me volví puta 2

Moni, poco a poco a punta de verga me volví puta 2Después de la universidad empezó el trabajo real y ya no tenía tiempo para el gimnasio, vivía solo, conseguí una casa con cochera y dos pisos, bastante linda, no grande pero sí comoda, en fin, ya no hacía ejercicio pero comía como si aún lo hiciera. Ya no me vestí con frecuencia, una vez cada 3 meses.En un par de años había subido como 20 kilos, pesaba cerca de 80 cuando antes no pasaba de 60. Hacía trabajos ocasionales para mantenerme, casas pequeñas, remodelaciones, etc... nada estable. Cuando pegó la crisis, empecé a recibir menos trabajos y sabía que tendría que hacer otra cosa pronto, busqué trabajo y por suerte encontré trabajo en una constructora grande. Me ofrecieron supervisar su fábrica de concreto, en lugar de comprar ellos lo fabricaban y enviaban a sus obras.La paga no era mala, no trabajaba los fines de semana, tenía una camioneta de la empresa pick up doble cabina y estaba totalmente a cargo, solo enviaba reportes semanales. En el lugar trabajan cerca de 30 personas, uno de ellos es Manuel, la mayoría son operarios de maquina y choferes de camiones, Manuel estaba a cargo de los materiales, entonces tenía mucho trato con él. Es un tipo de unos 35 años, de mi misma estatura, moreno, recio por su trabajo, una pancita leve que no se le ve mal, y no es feo, de hecho no tiene pinta del clásico albañil a menos que lo veas trabajando, pero es de un pueblo y desde que salió de la preparatoria se dedicó a la construcción. Como el lugar se fue creando conforme a la necesidad de la empresa nada estaba con procesos, empezaron con pedidos pequeños y lo hacían en mezcladoras manuales, por eso lo mandaron ahí, necesitaban alguien que supiera sobre hacer la mezcla.En fin, cuando llegué me presenté con todos y les pedí se agruparan por áreas para identificarlos, Manuel se quedó solo y cuandom pregunté quien coordinaba las cosas algunos lo miraron y señalaron a él, otros se quedaron con cara de duda. Terminé de platicar con ellos y le pedí a Manuel que se quedara para que me aclarara unas dudas. Me llamó la atención que no tenían a nadie en la oficina, ni para anotar pedidos, solo mandaban las órdenes con los choferes cada que regresaban y nadie tenía control de eso. Platiqué con Manuel, en varias ocasiones los siguientes días, como no terminaba de revisar las cuentas y nada me cuadraba le pregunté a Manuel si había alguien que pudiera cubrirlo en Materiales, ya que yo necesitaba que me ayudara a cuadrar las cosas, el me djo que sí, todo era laboral y no lo pensaba de otra forma.Había una oficina que no parecía oficina, poco a poco empecé a llevar y comprar cosas para poder trabajar, llevé unas mesas, sillas, un archivero, mi maletín, hasta zapatos y ropa para cuando saliera me cambiara las botas y la ropa sucia. Manuel se convirtió de alguna manera en mi asistente personal, en las mañanas cuando llegaba me ayudaba a bajar las cosas que iba llevando, en una de esas ocasiones de mi bolsa de ropa se salió una tanga azul cielo, estaba sobre el asiento de la camioneta, Manuel la vio y me dijo: "oiga inge, mire lo que dejo", y yo solo pude decir: "ahh cabrón" , y que se rie y me dice: "digame donde se echo a la chamaca para que no me siente ahí" y se empezó a reir, yo también me reí pero estaba nervioso, esa ocasión pasó y salió librada.Después de los primeros dos meses, ya había establecido un sistema, y con ayuda de Manuel pude cuadrar como estábamos, él regresó a su puesto, yo contraté a una chava de medio tiempo por las mañanas para órdenes y pedidos, durante unos días solo estábamos ella y yo en la oficina, pero cuando se iba sentía que necesitaba que hubiera más gente ahí, le ofrecí a Manuel cambiarse a la oficina, que necesitaba alguien de confianza que supiera toda la operación y como se llevaban las cosas, que saliera a comprar o hacer pagos. Lo dudó mucho, dijo que no sabía trabajar mucho de oficina, y le insistí, le dije que era practicamente lo mismo que me había ayudado a hacer al principio, él aún se resistía, total le tuve que ofrecer un aumento y ahí fue cuando aceptó. Las primeras dos semanas le hiceron mucha burla porque decían que era secretaria y demás, pero cuando lo empezaron a ver convivir mucho con la de pedidos las burlas empezaron a escasear hasta que al parecer se olvidaron de él.En el edificio, estaba una oficina dividida por cristal para la chava de pedidos y la otra mitrad para Manuel, que tenía muchas libretas con notas, listas, inventarios y demás. Había una cocina con comedor y dos baños para hombres y mujeres, una sala de espera y al final mi oficina privada con su propio baño y un sofá.Al principio cuando lo mandaba a algun lado, él iba solo pero yo me aburría mucho y lo empecé a acompañar, eso eventualemnte terminó en que se volvió mi chofer, me llevaba y me traía, nos llevábamos bien pero me seguía tratando con mucho respeto.Debo decir que el trabajo me sentó bien, el ir y venir, las caminatas y demás me ayudaron a perder peso, de gordo pasé a tener una figura como de niña gordibuena, jaja porqué perdí casi toda la panza y adelgazó mi cara, pero la grasa del pecho no se fue por completo y como ya no tenía panza parecía que tenía tetitas de adolescente. También me quedaron piernas y nalgas bastante frondosas, los brazos ya los tenía delgados. Cuando me di cuenta de esto en el espejo pensé en regresar el gym, pero ver mi figura también me incitó a sentirme femenina otra vez, por fin tenía un cuerpo ligeramente femenino y decidí continuar así, Moni despertó en mí otra vez.Decidí dejar de usar boxers y empecé a usar mi antigua ropa interior que ya no usaba porque no me quedaba, me encantaba como me veía con mi nueva figura. Ya todos los días iba con tanga, braguitas, cacheteros debajo de mi ropa de trabajo, me excitaba mucho la imagen ruda que daba al exterior y lo nena que era bajo la ropa.Empecé a llevar ropa al trabajo que guardaba con llave y cuando me quedaba solo en la tarde me gustaba andar en ropa interior por la oficina. En uno de esos viajes volví a dejar una braguita por accidente, Manuel la vio y me dijo : "mirelo inge, trae pegue con las viejas" no contesté, solo sonreí y me dije que era un idiota, que era la segunda vez. Pero llegó la tercera, ya nos ibamos a comprar cuando recordé que la chequera estaba en mi oficina, Manuel me dijo yo voy y se bajó de la camioneta y caminó a la oficina, cuando regresó me entregó la chequera envuelta en un boxercito de lycra, se rió y me dijo: " que inge tan cabrón, con razón se queda tarde, se trae a las viejas para acá o que se me hace que es de Lupita(así le diremos a la de órdenes". Estaba sonrojado y muy nervioso, le contesté: "no como crees" y que me dice: "no se haga, ni modo que sean de usted", eso me puso más rojo y riendo nervioso le dije: " jaja ya vamonos". Manuel me vio como queriendpo saber más, pero hubo silencio popr un par de minutos, tuve que empezar a repasar la lista de pendientes.Al regresar a la oficina fui rápido a mi escritorio y vi que aún tenía llave, solo debí haber puesto mi braguita en el cajón de arriba. Tomé toda mi ropa y me la llevé a la casa, no quería mas accidentes, pero seguí usando mi ropa interior. Pasaron un par de semanas como si nada hasta que fui por unas muestras de producto con un proveedor y las estaba bajando de la camioneta cuando llegó Manuel a ayudarme, mientras sacaba una caja el se paró detrás de mí, por fin saqué la caja y me la llevé, Manuel me siguió con la mirada, pero no le di importancia. Le pedí que me ayudara y sacó la siguiente, la dejó en la oficina y se salió, ni gracias le pude dar. El resto del día no me habló para nada, cosa rara pues siempre hablábamo, al final del día le pregunté si algo pasaba y me dijo que no, muy serio. Le dije: "Bueno, si en algo te pueda ayudar solo dime", acto seguido me fui caminando y el se levantó, me dijo: "aguas", me había aventado unas llaves que no pude agarrar, cuando me di la vuleta y me agaché a recogerlas, Manuel se acercó y me dijo: "entonces si eran tuyas" , no supe de que me hablaba pero inmediatamente me jaló el encaje de la tanga que llevaba. Me quedé helado, me descubrió, me vio y me di cuenta que nunca me hablaba de tú, hasta ese momento. No supe que decir, estaba en shock, me tenía agarrado y no hice por moverme, en eso sacó su celular y empezó a tomar un video, reaccioné muy tarde, le dije: "para por favor, ya Manuel". Puse mi mano enfrente de la cámara, me soltó y me empujo hacia atrás. Me asusté.Pensé que me iba a golpear por puto.Dije: "Manuel, por favor borra eso, no se lo tienes que mostrar a nadie. Qué puedo hacer para que olvidemos esto?"Manuel: "No, no me digas que hacer, pensé que eras machín, pero ahora veo que no. No lo voy a borrar"Yo: "Manuel, por favor, ya estuvo. Bórralo y podemos arreglar algo, quieres más lana?"Manuel: "Sí quiero más lana, pero no lo voy a borrar, voy a pensar que hacer"Me dio la espalda y se fue, yo estaba en shock pensé en seguirlo pero también que podía ser peor. No pude dormir, toda la noche tuve miedo de lo que pasaría por la mañana. Llegué tarde, no quería entrar, pero no me quedaba opción, me bajé de la camioneta y caminé con sudor frío todo el camino, todos afuera me saludaron normal, sin cambios ni miradas raras. Al pie de la puerta de la oficina lo dudé unos segundos pero abrí, Lupita me saludó como normalmente lo hacía de beso en la mejilla y regresó a su lugar, Manuel me vio se paró y dijo; "Buenos días, Inge, ahora se le hizo tarde." Asentí con la cabeza, dijo: "lo esperaba, quería checar unas cosas con usted", no esperó respuesta y empezó a caminar a mi oficina.Nada más al cerrar la puerta, caminó detrás de mí y me jaló del pantalón, y dijo: "otra vez vienes de mujercita, verdad?"Yo: "Manuel, te van a escuchar"Manuel: "Me van a escuchar si pones peros, tranquila"Estaba enojado, asustado y al mismo tiempo que me dijera tranquila me gustó, fue una sensación muy extraña. "Qué quieres?" pregunté."Quiero ver como se te ve, estaba chida la ropa"Yo: " Como crees, estás loco""No, tú estás loca, tengo tu video y se lo puedo enseñar a todos"Yo: " No, por favor, Ok, ok."Me hice hacia atrás y Manuel puso seguro en la puerta, dijo: "ándale" , me desabotoné los jeans y bajé el cierre, tenía una braguita rosa.Manuel se rió y me dijo "que bonita la niña, tan machito que se veía y resultó que es una traviesa. Jajajaja a ver, ahora una vuelta, a ver las nalgas, chiquita"Me sentí humillado pero también me empezó a prender la situación, al menos no había ido con el chisme a todos y me quería ver así. Entonces seguí haciendo como me decía, bajé mi pantalón de un lado a otro como mujer y me di la vuelta. Solo escuché un suspiro largo y me dijo: "quedate así" caminaba por detrás de mí y preguntó: "como se llama la nenita?"Con voz suave e inmediatamente le dije: "Monica". Estaba excitado, ya tenía una ligera erección. "De ahora en adelante, Moni, las cosas van a ser diferentes, para que siga guardando tu secretito. Te vas a portar bien conmigo"Respondí: "Sí, me voy a portar bien contigo, Manuel, lo que tú digas, solo no lo cuentes, por favor"De inmediato Manuiel se acercó más y me agarró de la cintura, y me apretó un poco con sus manos, que se sentían fuertes, asperas, como de un macho trabajador. Me dijo: "Pues viendote bien, hasta formita de vieja tienes, solo te falta estar más suavecita. Mañana quiero que vengas más suave, sin pretextos. Quieres andar de mujercita, pues hazlo bien." Mientras se me pegaba al trasero me dijo: "vistete, nos la vamos a llevar tranquila, pero mañana quiero ver más de tu ropa".Me terminé de vestir y Manuel se fue, no regresó a mi oficina el resto del día, veía la puerta nervioso pensando en que momento entraría, me sentía dominada.AL terminar el día, salí y pensé que lo vería en su oficina, pero no había nadie, se había ido antes, me subí a la camioneta y fui a casa, tenía miedo de encontrarlo ahí también, ya que me había ayudado a mover cosas en estos meses, pero no. Entré a la casa y lo primero que hice fue correr al baño, tomé una ducha y antes de terminar decidí depilarme toda, no quedó ni un vello en mi cuerpo, me cubrí de crema para calmar la irritación. Pero me gustó como me sentía, limppia, suave, femenina. Mi pene estaba ahí solo como un adorno pequeñito, creo que sabía que sus días de uso iban a tomar un largo descanso. Tomé una maleta de gym y metí mucha de mi ropita de la que más me gustaba y aparté para la mañana siguiente un cachetero negro de encaje, el mismo del cine, solo verlo me emocionaba, recordaba muchas cosas con el. No podía dormir, tomé dos vasos de vino, ni siquiera me m*****é en buscar copas y me fui a la cama, por fin pude descansar. Cuando desperté, me preparé para el día, me puse mi ropa, unos jeans stretch y una camisa lisa ajustada, me veía y me sentía diferente.Al entrar a mi oficina vi que Manuel no estaba, pensé que llegaría pronto. Por una parte estaba m*****o porque era su jefe y no había señal de él, pero por otra estaba aliviado de que no me viera. Llegó hasta la tarde, cuando ya no estaba Lupita y entró directo a mi oficina y dijo: " Moni, quiero ver como quedaste"Caminó a mi escritorio y me levantó de la cintura, me saludó de beso en la mejilla, y me hizo una señal con la mirada ordenando que me apurara. Me empecé a quitar la ropa, empezando por la camisa, y me veía con mucha lujuría, me dijo: " me gustan esas chichitas de niña" , me empecé a bajar el pantalón y me dio la vuelta, me empiné un poco para que viera mi ropa, igual que yo de inmediato se prendió, sentí sus manos tomarme de la cadera y jalarme hacia él, me sentó sobre su pantalón, sentí un bulto durísimo abrir mis nalgas. Me encantó. "Ahora sí te voy a aprovechar", dijo mientras me empezaba a mover para restregarme sobre su verga, con mi piel hidratada sentía más lo rudo de sus manos y me gustaba como se sentía.Me hizo un paso hacia adelante y se bajó el pantalón, me dio la vuelta y me hincó, quedé justo enfrente de su calzón, me dijo: "chúpamela". En ese momento, me entregué a lo que me dijera, sabía que mi único camino era complacerlo de aquí en adelante. Le di una chupada riquísima, su verga era dura, como su cuerpo, como de 17 cm, como 4 cm de gruesa y una cabeza grande, rosa, brillante, deliciosa. Me encantó esa verga al instante, sabía que la iba a disfrutar, la metía hasta el fondo de mi boca y al mismo tiempo jugaba con mi lengua, sentía como Manuel se retorcía, sentí que ya se iba a venir, me levanté y le di la espalda, puse su verga entre mis nalgas y empecé a frotarla de arriba a abajo, y me empiné para que viera mi culo con mi cachetero preferido. Me tomó de la cadera, me jaló del encaje y se vino entre mis nalgas, se vino con tres chorros fuertes y largos, mi culo quedó empadado junto con mi ropa y mi espalda también escurría leche. Me nalgué fuerte, se sentó y me dijo: " Vistete, te voy a llevar a tu casa, creo que de ahora en adelante yo me voy a llevar la camioneta y te voy a llevar y traer".Quería discutir, pero solo dije: "Sí, como tu quieras Manuel". "Sabes qué? Solo ponte la camisa, voy a acercar la camioneta por atrás para que te subas así y nos vayamos"Eso me sacó de onda, porque aunque nadie estaba cerca de la puerta de emergencia trasera, no era privado, pero no tuve mucha opción y solo dije ok. Guardé mi pantalón y lo dejé en una bolsa, cuando escuché la camioneta, abrí la puerta y me asomé un poco, vio que no había nadie y me subí. Durante le trayecto, Manuel no dejaba de acariciarme las piernas, me metía la mano por atrás y me apretaba las nalgas, se detuvo en una parte desolada y me jaló de la cabeza, me hizo chuparsela de nuevo, se vino en un par de minutos dentro de mi boca, su sabor era ligeramente salado, me gustó, me tragué la lechita y solo se veía un poco en la comisura de mis labios. Me dijo: "no me he cogido a un putito como tú, pero me prende un chingo como te ves, pero quiero que te veas más como vieja conmigo"Le respondí :" Está bien, cuando esté contigo me voy a arreglar más, voy a ser tu mujer, pero solo cuando esté contigo"El me dijo: " pero así como estás de rica, voy a queres estar contigo todo el tiempo" Solo sonreí y me agaché a darle un beso en la verga. Pero también me preocupé, como complacerlo y evitar que alguien más me viera. Lo que menos quería eran más personas de la compañía viendome como nena.Llegamos a mi casa, abrió la cochera con el control y entró, me dio un beso en la mejilla y me despidió hasta mañana. Me bajé y caminé para la puerta y entré, vi como salía. Me sentí totalmente una mujer, que su macho va a dejar a su casa.Lo primero que hice fue apurarme a vestirme con mi ropa de hombre, tomar dinero y mi tarjeta, salí a tomar un taxi y fui a la tienda donde siempre compro mi ropa, las vendedoras creo ya sospechaban de mi doble vida, pero les quedó confirmado cuando pedí faldas, jeans y blusas y las sotenía sobre mí enfrente del espejo, una se acercó y me dijo: " Nena, vas a querer algo más? Si quieres te las puedes probar" Sin pena alguna le pedí zapatos. Me dijo: " No tenemos, pero a nuestras clientas siempre las mandamos a este negocio" Me dio la dirección y fui, era una boutique discreta, pequeña de frente, pero al entrar era amplia, era la parte baja de una casa, le dije a la chava que atendía, " me mandaron de X tienda, busco zapatos" me sonrió y dijo "de este lado tenemos las tallas grandes". Tenían un surtido bastante decente de zapatillas y sandalias para mujer en tallas extra, compré 4 pares de tacones altos y 3 de plataforma. Me ofreció pelucas también, nunca me había puesto una, siempre me había aferrado a ese poquito de masculinidad que me resistía a dejar, pero era hora. Me enseñó varias, me ayudó y me enseñó a ponermelas. Escogí dos, una lacia negra a media espalda y una castaña oscura, un poco abajo de los hombros.Me dijo "si quieres te puedes probar todo en el probador", más que probador era una habitación con una cama sencilla y tres espejos de cuerpo completo. Me puse una falda de lapíz azul marino, una blusa blanca con rayas grises, unas zapatillas altas negras, de tacón delgado y con pulsera al tobillo, al final me puse la peluca negra lacia, me encantó y me enamoré de como me veía. Las curvas de mi cuerpo, de mis piernas, mis nalgas, mis pechos, me sentía tan delicada, tan sexy. Me veía como la fantasía de muchos hombres, hizo que no me importara que Manuel le dijera a todo mundo, pero también pensé que en mi empresa no lo tomarían muy bien los jefes y aún necesitaba el trabajo.Cuando salí, la chava me dijo: "Estás guapísima, solo te falta el maquillaje, también te podemos ayudar con eso. Compra el que quieras y aquí te enseñamos como usarlo". Las siguientes dos semanas mi vida fue, ser la putita que se comía la verga de Manuel, quien no se animaba a ir más allá que frotarse en mi culo y a aprender como maquillarme en las tardes. Cuando consideré que ya lo podía hacer sufientemente bien sin ayuda, fui yo quien decidió dar el siguiente paso y sorprender a Manuel.El siguiente Lunes al llegar a la oficina, hice unas llamadas con los jefes, y cuando terminé fui a hablar con Lupita, le dije que por cambios en la oficina ya no iba a trabajar en la oficina, iba a trabajar desde su casa y las órdenes les iba a dar seguimiento por teléfono con el encargado de producción, le aclaré la importancia de no dejar nada pendiente ya que esop significaba que perdería el trabajo, pero que confiaba en que no sería así Ella estaba más que contenta, yo me libraba de ella y ella tenía mas tiempo libre. Ahora me sentía un poco más libre, hablé con el encargado de producción y le expliqué como se iba a trabajar ahora. La oficina quedaba practicamente libre de visitantes. Ese día Manuel me llevó a la casa, y como siempre me hizo chuparsela, solo que no lo dejaba terminar, cuando llegamos a la casa, me agarró mas fuerte y me dijo " ya estuvo, chúpamela bien". Le dije: "te la vpoy a chupar solo un poco, porque quiero que aguantes para mañana, tengo una sorpresa" . No lo dejé decir nada más, se la chupé muy fuerte unos segundos y de inemdiato me bajé, entré a la casa. Vi por la mirilla, como se había quedado prendido y salió de la cochera. Al otro día cuando pasó por mí, subí con una bolsa nueva, la noche anterior me depilé y me hidraté de nuevo, me limpié muy bien, estaba lista. En el trayecto hice como si no pasara nada, entré a la oficina y me encerré en la oficina, me empecé a cambiar. Usé el mismo conjunto de ropa que me probé en la boutique, solo que ahora de ropa interior usé un corpiño blanco y una tanga de encaje del mismo color, me maquillé como había ensayado. Cuando estuve lista, marqué al teléfono de Manuel y con voz m*****a le dije: " ven a mi oficina rápido, quiero hablar contigo, esto ya estuvo bueno". De inmediato me metí al baño y solo escuché que entró encabronado y me entró buscando seguramente listo para ponerme en mi lugar y recordarme quien tenía el control. Abrí la puerta y le dije en voz femenina y un poco m*****a: "Manuel, ya estuvo bien de que me trates como una simple zorra que solo puedes calentar y no cumplirle". Su mirada cambió en un segundo, de encabronado pasó a poner cara de idiota, no creía lo que veía. Caminé hacia él y se quedó pasmado con mis piernas y mis tacones. Le puse una mano en el pecho, y la deslicé mientras le decía: " Si quieres que sea tu mujer, trátame como una". Lo abracé y lo besé, no se resistió.Continuará parte 3