Adult Stories Forum

Go Back   Adult Stories Forum Historias de sexo en español Anal
Register FAQ Calendar Today's Posts Search

Reply
 
LinkBack Thread Tools Search this Thread Display Modes
DurumOffline
No Avatar
Uyarý:
Profil detaylarýný görmek için üye giriþi yapmalýsýnýz

Üyeliðiniz bulunmuyorsa Kayýt ol linkine týklayarak kayýt olabilirsiniz.

El peor conocido de mi marido

 
Post #1


El peor conocido de mi maridoEsa tarde Víctor me propuso ir a dar una vuelta por el shopping de moda; con el propósito de comprar ropa para ambos; en especial algo de lencería erótica para usar por las noches en la cama?Luego de un buen recorrido y varias compras interesantes, tomamos algo en el patio de comidas y decidimos regresar a casa. Ya en el estacionamiento, el auto se negó a arrancar.Víctor insistió, pero después de muchos intentos, se convenció que no arrancaría sin que antes lo viera un mecánico.Mi esposo dijo que no importaba; le pediría a su mecánico que viniera a buscarlo y llevárselo a su taller.Caminamos un par de cuadras hasta una avenida; pero estuvimos un buen rato esperando que pasara un taxi. Finalmente apareció un colectivo que nos dejaría a media cuadra de casa?Subimos para apretujarnos entre la gente. Víctor avanzó y yo lo seguí, hasta quedar de pie en el medio del colectivo.A medida que avanzaba el viaje, cada vez subía más gente, apretándonos todos en el fondo. Mi marido se fue moviendo hacia la parte trasera del pasillo, pero yo permanecí en el medio y nos separamos un par de metros.Algunos hombres que pugnaban por ir hacia atrás, aprovechaban para apoyarme sus bultos contra mi cola. Al principio me sentí enfadada e incómoda, pero tanto bulto rozando mis nalgas hizo que yo comenzara a excitarme un poco y a disfrutar de la situación.De pronto me encontré rodeada por hombres. A Víctor apenas podía verlo, cada vez más lejos. Un morocho enorme quedó de pie detrás de mí y pronto pude sentir que me apoyaba un bulto bien duro contra mis glúteos. Yo llevaba un vestido liviano y por eso podía sentir la dureza de su verga presionando contra mi cuerpo. Lo peor de todo fue cuando comencé a sentir que sus movimientos apuntaban a rozar mi raja de arriba abajo; sin coincidir con el vaivén natural del colectivo. El muy caradura me estaba franeleando con su pija endurecida, aprovechando que nadie se podía mover demasiado?El morocho me respiraba en la nuca y el efecto de ese roce contra mi raja cada vez me ponía más caliente. Comencé a sentir cierta humedad en mi concha?Podía sentir su bulto aumentando de tamaño con cada roce.En una curva se inclinó sobre mí y noté que una de sus manos afirmaba mi cintura y la otra me levantaba el ruedo del vestido. Enseguida sentí un pellizco en mi nalga y un dedo grueso se coló desde atrás dentro de mi ardiente y humedecida concha.Ese morocho comenzó a dedearme la concha; provocándome leves gemidos; que nadie notaba a pesar de estar todos tan apretujados?Traté de girar mi cabeza para mirarlo y el turro me sostuvo la mirada, mientras su dedo seguía enterrado en mi vagina?Lejos de reprocharle algo, llevé mis caderas hacia atrás apoyando mi cola contra su bulto, él sacó su dedo y me abrazó desde atrás, llevando mi culo contra su bulto bien endurecido.Me lamió el lóbulo de mi oreja y me susurró al oído:?Qué lindo culo el tuyo, rubia??Temblé cuando me dijo eso, pensando que me iba a abrir la cola a pura pija después de haberme insinuado tan abiertamente a él?Me quedé callada y busqué con la mirada a Víctor, que seguía lejos. Al morocho lo dejé hacer conmigo lo que quisiera, pero me sentí sorprendida cuando él me tomó mi mano y la llevó hacia atrás. Su grueso vozarrón susurró otra vez:?Quiero que me agarres la verga, rubia??Yo no opuse resistencia y sentí el contacto de su verga en mi mano. La apreté todo lo que pude y comencé a masturbarlo, sintiéndolo muy grueso entre mis dedos, ya que mi mano no lograba envolver todo su diámetro.Mientras tanto, él apoyó sus dos manos en mis tetas y comenzó a masajearlas por encima del vestido. Logró hacerme doler los pezones de tanto apretar. De pronto sentí que apretaba su verga contra mi cola y me llenaba la tanga de semen caliente?La dejó unos instantes apoyada ahí y luego comenzó a limpiarla contra mi tanga. Se sacó hasta la última gota, manchando toda mi cola. En ese momento miré por una ventanilla y verifiqué que faltaban dos calles para bajarme. Me fui abriendo paso entre la gente hasta llegar a la puerta, donde ya me esperaba Víctor.Al bajarnos del colectivo, noté que ese morocho que me había manoseado, dedeado la concha y acabado sobre mi tanga, también descendía. Pero lo peor de todo, fue cuando escuché que llamaba a mi esposo por su nombre. Es decir, se conocían?Víctor no pareció muy contento de encontrarlo a este hombre?Se saludaron y este tipo, llamado Alfonso, comentó que se había mudado al barrio recientemente y entonces vivía a una cuadra de nosotros?El muy caradura, mirando mi cuerpo de pies a cabeza, le dijo a Víctor que no nos había presentado. Mi marido con cierto enfado y tratando de no perder la cortesía nos presentó formalmente.El tal Alfonso se acercó y me besó en la mejilla, ahora aparentando ser un caballero muy educado?Le respondí fingiendo una sonrisa amable, notando que mi esposo seguía estando incómodo por este encuentro casual.El tipo le propuso a Víctor hacer un brindis por el reencuentro, ya que en su casa tenía bebidas; pero mi marido le dijo en tono cortante que él podía recordar lo que había sucedido en el pasado y no tenía interés en tratar nada nunca más con ese hombre?El grandulón se quedó mirando a mi marido con cara de pocos amigos, mientras Víctor me tomaba de la mano para alejarnos.El tipo se puso a caminar detrás de nosotros. Como estaba segura de que estaría mirando mi culo, comencé a mover mis caderas como una puta. Justo al llegar a nuestra casa, Alfonso nos saludó y cruzó la calle, entrando a su casa en la vereda de enfrente?Una vez dentro, le pregunté a Víctor el por qué de tanta mala onda.Él me explicó que su hermana había abandonado a su marido por culpa de ese tipo. Se había ido con él y el hijo de puta había terminado prostituyéndola por pocos pesos?La echó a los pocos meses y ella regresó con su marido.No quise incomodar más a Víctor con esos malos recuerdos. Esa noche en la cama le dejé hacerme todo lo que él quisiera para que pudiera relajarse un poco?Al día siguiente, al salir para ir al gimnasio, encontré que el nuevo vecino estaba en la puerta de mi casa conversando con una vecina. No pude evitar pasar a su lado y él me saludó.?Cómo te va, rubia? todo bien??? Preguntó, desnudándome con la mirada. Lo miré con desprecio y sin responder seguí mi camino; lamentando haberme puesto mis calzas tan apretadas. El tipo seguramente estaría mirando mi culo, observando que la tela se me pegaba a las nalgas, marcándome bien la raja?Un par de horas más tarde regresé, encontrándolo otra vez en la calle. Intenté pasar sin mirarlo, pero entonces exclamó:?Ahora sos indiferente, pero ayer te gustó pajearme?? Me planté y le dije que era un hijo de puta y que sabía lo que había hecho con la hermana de Víctor?El tipo se rió a carcajadas y me dijo que ya le había roto el culo a la hermana putona de Víctor y ahora se lo iba a romper también a la putona de la esposa, o sea, yo?Ante semejante ofensa, respiré profundo y le dije que no se metiera conmigo y que dejara tranquilo a mi esposo.Volvió a reírse y me dijo que ya hablaríamos?Continué viaje mascullando mi bronca, sintiendo sus ojos posados en mi culo?Al día siguiente por la tarde, fui a hacer algunas compras, vestida con una breve minifalda negra. Me vestí así para provocar a Alfonso, si nos cruzábamos?Al regresar con mis compras hechas, lo encontré fumando en la puerta de su casa. Me miró de arriba abajo y me dijo:?Qué buenas piernas, rubia??Me hice la desentendida y seguí caminando, aunque ahora balanceando mis caderas de forma felina?De repente sentí que me tomaba del brazo, diciendo que pasara a su casa; quería mostrarme algo?Le dije que me dejara en paz, sino quería tener problemas con mi esposo.Pero Alfonso insistió, arrastrándome al interior de su casa.?Te muestro algo y si te gusta, te lo regalo?? Me dijo.Me hizo sentar en un cómodo sofá de terciopelo rojoEntonces de repente, abrió su bragueta y sacó su verga enorme, totalmente erecta??Si te gusta, putita? es toda tuya?? dijo sonriendo.Me levanté de un salto, preguntándole si se había vuelto loco.?Yo sé que te gusta mi verga? o me equivoco, Anita???Me dijo, sacudiéndola de arriba abajo; alardeando de su tamaño.Intenté irme, pero me agarró de la cintura y apoyó su tremenda poronga contra mi estómago, mientras sus manos manoseaban mi culo por debajo de la minifalda.?Basta, no seas tan hijo de puta?? Le supliqué?Pero él pudo presentir mi duda y continuó manoseándome el culo.Pronto uno de sus dedos se coló por mi tanga dentro de mi concha y, naturalmente la encontró bastante humedecida??Pedazo de puta, te estás negando, pero tu conchita no miente?.Dejé escapar un leve suspiro, sintiendo su dedo en mi concha.?Quiero cogerte, Anita? estoy muy caliente con vos, perrita?Su mirada cargada de lascivia terminó con mi escasa resistencia y entonces lo dejé hacer conmigo lo que se le antojara en gana.Me hizo girar en el aire y terminé de espaldas a él. Sentí su verga endurecida metiéndose por debajo de mi breve falda y el tipo comenzó a frotarla contra mi diminuta tanga, que apenas cubría mi estrecha entrada trasera.Me desabrochó la blusa y me acarició las tetas, haciendo erizar mis pezones en apenas segundos.Comencé a calentarme de tal manera que me puse a frotar mi cola contra su enorme poronga de una manera desesperada...?Puta calienta pijas? yo te voy a enseñar??Me dijo, mientras me empujaba contra el sofá rojo. Me ordenó ponerme de rodillas allí. Le obedecí sin dudar y él con un violento manotazo me arrancó de un tirón la tanga.Apoyó su verga contra mis labios vaginales para penetrarme, pero cuando estaba a punto de hacerlo, sonó mi celular. Atendí, ya que era Víctor, diciendo que llegaba en diez minutos.Me despedí de mi adorado esposo diciéndole que lo amaba, mientras sentía que Alfonso estaba decidido a penetrarme apoyando su verga a la entrada de mi vagina.De repente me asustó el tamaño de esa cabeza tan gruesa intentando abrirme en dos y me rehusé, diciéndole que debía irme a casa.Alfonso se rió, replicando:?Solamente la puntita, nena? y te dejo ir??Con eso se hundió en mi concha hasta las bolas, con un rápido empujón, arrancándome un tremendo alarido de dolor. Enseguida me la sacó y guardó esa gigantesca poronga en sus pantalones.Le prometí que regresaría al día siguiente. Apenas entré a casa un minuto antes de que lo llegara Víctor.Esa noche mi maridito me garchó con todas las ganas y se asombró de encontrarme tan caliente y húmeda?Al otro día decidí no dejarme coger por ese tipo. La idea de entregarle mi cuerpo me calentaba mucho, pero no podía hacerlo, pensando que mi esposo lo odiaba tanto. No me parecía justo para él; ni para mí tampoco?Fui a decírselo, pero Alfonso no quiso escucharme.Me arrastró dentro de su casa y cerró la puerta. Allí mismo en el living me aplastó con su cuerpo contra una pared.Me hizo girar para frotar su verga dura contra mi cola. Yo llevaba puesta una calza deportiva roja y una musculosa de lycra negra.Alfonso sacó mis tetas de la musculosa y me susurró al oído:?Ahora te voy a coger como a una puta regalada; quieras o no??Sus palabras me pusieron más caliente que nunca. ?No, no puedo?? Le dije mientras sus manos callosas recorrían mi cuerpo, amasando mis tetas y endureciendo mis pezones??Vas a poder, putita? vamos a la cama??Me cargó sobre su hombro y me llevó a su cama. Allí me puse de rodillas y acepté esa verga enorme que me ofrecía. Comencé a lamerla y a chuparla con desesperación, mientras Alfonso jadeaba y me tomaba por los cabellos, marcándome el ritmo de la mamada.Cuando esa verga estuvo lista, me empujó sobre la cama y me quitó la calza roja. Abrí mis piernas esperándolo, mientras él se desnudaba?Pero entonces subió a la cama y me dijo sonriendo:?Date vuelta, putita? voy a empezar por ese lindo culo tuyo??Lejos de oponerme, me puse boca abajo deseando ser sodomizada brutalmente por la gruesa verga de ese hijo de puta; a pesar de saber que semejante tamaño me iba a dejar el culo ardiendo?Alfonso se acomodó detrás de mis nalgas y apoyó su cabeza en mi entrada trasera. Me lubricó mojando con saliva uno de sus dedos y metiéndolo varias veces bien profundo en mi estrecha cola. Apenas consiguió abrirme un poco, sentí su verga imponente y desafiante apoyándose sobre esa apretada entrada...?Estás lista, putita?? Me preguntó...Le supliqué que lo hiciera bien despacio y él se rió a carcajadas??Te voy a partir el culo como lo merece una puta regalada??Dijo y sin piedad ni lástima metió de un sólo empujón todo su enorme pedazo de pija dentro de mi culo. Sentí que me faltaba el aire de tanto dolor y ahogando un grito le supliqué casi llorando que no fuera tan bruto.Sin hacerme caso, él comenzó a saltar sobre mis nalgas, penetrando mi cola salvajemente como nada le importara.Cuanto más me quejaba, más violento se ponía él, como gozando ante mis suplicas, mientras seguía taladrándome el culo a lo bruto.?Te gusta mi verga en tu culo, Anita? Me preguntaba cada vez que su enorme verga tocaba fondo dentro de mi ya no tan estrecho anoParecía que la cama se iba a desarmar debido a sus frenéticos movimientos. Alfonso intensificó sus embestidas a tal punto que tuve que morder la almohada para no aullar como una perra?Me ardía la cola de tanta poronga entrando y saliendo sin parar...De pronto me advirtió que estaba listo para acabar y quería hacerlo en mi concha. Me dio vuelta boca arriba y levantó mis piernas hasta sus hombros, metiendo la gruesa punta de esa verga dentro de la humedad de mi concha.Yo estaba tan caliente que, al primer movimiento de ese pedazo de verga dentro de mí cuerpo, sentí venir la llegada de un intenso orgasmo y ya emputecida a más no poder le pedí que me cogiera con todo; sin tener piedad y sin que le importara mis alaridos y aullidos?Alfonso entonces me taladró con su verga hasta que me llenó de semen en lo más profundo de mi concha, ya saciada de tanta calentura?Se desplomó sobre mi cuerpo diciendo:?Qué tremenda puta? te voy a coger cada vez que quiera??Mientras yo volvía a vestirme, me dijo seriamente:?Quiero que le confieses a tu marido que me entregaste el culo...?Sorprendida ante semejante disparate le pregunté si se había vuelto loco de remate. Me respondió que, si yo no lo hacía, se lo diría él personalmente a Víctor?Enfadada le respondí que se fuera al carajo; ya que mi maridito no le creería una sola palabra? y menos a él?Pero entonces sonriendo, me mostró su celular?Una foto mostraba mi espalda con mis dos lunares en el hombro derecho bien visibles e identificables, mientras una enorme verga estaba metida hasta la mitad dentro de mi estrecho culo??Vas a decirle a tu maridito que ahora sos mi putita y que te gusta que yo te rompa el culo? entendiste???Antes de que yo pudiera responderle, me arrastró por los cabellos hasta la puerta de entrada y me dio una sonora palmada en mi cola mientras me empujaba hacia afuera de su casa?Una vez en mi casa, fui directamente al baño. Quería darme una buena ducha que me quitara del cuerpo el olor a sudor que me había dejado Alfonso y el semen que había enterrado en mi ano.Mientras sentía su leche pegajosa todavía deslizándose entre mis muslos; me puse a pensar en mi esposo. Víctor no se merecía que yo lo engañara con un hijo de puta perverso como Alfonso; pero mi cuerpo pedía a gritos que yo me dejara coger por ese energúmeno.Decidí contarle todo a Víctor esa misma noche; era preferible antes de que se enterara por terceros?Después de cenar Víctor se puso cariñoso; con ganas de coger.Me llevó en andas a la cama y me quitó la ropa. Hizo lo mismo él y pronto lo sentí deslizarse dentro de mi hambrienta concha?Acabó pronto, aunque yo me quedé con las ganas de tener mi propio orgasmo.De repente Víctor se salió de mi vagina y me dio vuelta boca abajo.Mi culo todavía estaba doliéndome por la brutal cogida que me había pegado nuestro flamante vecino. Pero lo peor de todo, era que yo lo sentía todavía muy dilatado y pensé que mi maridito también iba a notarlo?Víctor mojó su dedo con un gel lubricante y me lo metió suavemente, pasando con facilidad mi esfínter anal. Entonces sonrió con cierta ironía, diciéndome:?Quién habrá estado esta tarde aquí adentro de este hoyito??. ?Lo único que espero es que no haya sido la basura de Alfonso??
05-05-2021, at 08:30 PM
Alýntý
Reply




Powered by vBulletin® Version 3.8.11
Copyright ©2000 - 2024, vBulletin Solutions Inc.
seks filmi izle etimesgut escort izmir escort izmir escort izmir escort rus escort keçiören escort Anadolu Yakasý Escort Kartal escort Kurtköy escort Maltepe escort Pendik escort Kartal escort sincan escort dikmen escort altyazýlý porno þiþli escort mecidiyeköy escort beþiktaþ escort escort istanbul ataköy escort bursa escort bursa escort bursa escort bursa escort bursa escort alt yazýlý porno gaziantep escort bayan gaziantep escort seks hikayeleri gaziantep escort Canlý bahis siteleri escort escort escort travestileri travestileri Escort bayan Escort bayan bahisu.com girisbahis.com etlik escort etimesgut escort antalya rus escort Ankara escort bayan Escort ankara Escort ankara Escort eryaman Keçiören escort Escort ankara Sincan escort bayan Çankaya escort bayan hurilerim.com Escort escort istanbul escort beylikdüzü escort ankara escort